(…) Sin embargo, el punto más polémico de la norma sigue suscitando un repudio total. A tres de cada cuatro entrevistados les parece mal que las chicas de 16 y 17 años aborten sin informar a sus padres aunque esa comunicación pueda suponer un conflicto en la familia.
El aspecto más peliagudo de la negociación parlamentaria pero menos relevante estadísticamente -de los más de 100.000 abortos que se producen al año, sólo 4.000 los practican chicas de 16 ó 17 años- provoca una abrumadora oposición entre los votantes del PP (91%).
Pero es más significativo que a seis de cada 10 votantes del PSOE y a cuatro de cada 10 de IU tampoco les guste la fórmula encontrada para las menores. Es decir, sólo un tercio de los socialistas está de acuerdo con que las chicas puedan decidir su aborto sin la obligación de contárselo a sus padres aunque decirlo les cause un problema. Los estrategas pedirán aspirinas.
A más mujeres (76%) que a hombres (74%) les parece mal esta posibilidad de la ley. Pero quienes más la entienden son los más jóvenes de la encuesta (27% de apoyo), la biología que más cerca está de las chicas a las que va dirigido el punto más polémico de una ley que suspende, pero ya está en clase de recuperación.
(Fonte: ‘El Mundo’ online)
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