As mulheres falam de Deus com uma particular sensibilidade (vídeo com locução em espanhol)

“Una verdadera renovación de la comunidad eclesial no se obtiene tanto por el cambio de las estructuras cuanto a través de un sincero espíritu de penitencia y un camino activo de conversión”. De este modo, Benedicto XVI dedicó, una vez más, su catequesis del miércoles a santa Hildegarda de Bingen, una importante figura femenina de la Edad Media, que se distinguió por la "sabiduría espiritual y santidad de vida”. Al exaltar el papel que las mujeres pueden desarrollar en el “crecimiento espiritual de las comunidades” y de la Iglesia de nuestro tiempo, el Papa recordó cómo la “profeta teutónica” escandalizó con “peculiar inteligencia y sensiblidad” la relación entre Dios y el hombre. “La invitación, precisó, consiste en alejarse del mal para glorificar a Dios y para entrar, después de una existencia virtuosa, en la vida 'llena de alegría'”. Santa Hildegarda es una figura fuera de lo común: predicadora y consejera de algunas personalidades de su tiempo, experta en medicina, música, pintura. En sus escritos profundizó “el tema del matrimonio místico entre Dios y la humanidad, realizado en la Encarnación”, del mismo modo que la relación esponsal entre Cristo y la Iglesia. “Con la autoridad espiritual de que era dotada, recordó finalmente el Pontífice, en los últimos años de su vida, Hildegarda emprendió un viaje, a pesar de la edad avanzada y las condiciones desagradables de los desplazamientos, para hablar de Dios a la gente”. “Todos la escuchaban, incluso cuando adquiría un tono severo: la consideraban una mensajera enviada por Dios”.