Deus quer-nos infinitamente mais do que tu próprio te queres... Deixa-o, pois, exigir-te!
(São Josemaría Escrivá - Forja, 813)
O Senhor conhece as nossas limitações, o nosso individualismo e a nossa ambição: a dificuldade em nos conhecermos a nós mesmos e de nos entregarmos aos outros. Sabe o que é não encontrar amor e verificar que mesmo aqueles que dizem segui-Lo o fazem só a meias. Recordai as cenas tremendas que os evangelistas nos descrevem e em que vemos os apóstolos ainda cheios de aspirações temporais e de projectos exclusivamente humanos. Mas Jesus escolheu-os, mantém-nos juntos de Si e confia-lhes a missão que recebeu do Pai.
Também a nós nos chama e nos pergunta como a Tiago e João: Potestis bibere calicem quem ego bibiturus sum?; estais dispostos a beber o cálice (este cálice da completa entrega ao cumprimento da vontade do Pai) que eu vou beber? "Possumus"!. Sim, estamos dispostos! – é a resposta de João e Tiago... Vós e eu, estamos dispostos seriamente a cumprir, em tudo, a vontade do nosso Pai, Deus? Demos ao Senhor o nosso coração inteiro ou continuamos apegados a nós mesmos, aos nossos interesses, à nossa comodidade, ao nosso amor-próprio? Há em nós alguma coisa que não corresponda à nossa condição de cristãos e que nos impeça de nos purificarmos? Hoje apresenta-se-nos a ocasião de rectificar.
(São Josemaría Escrivá - Cristo que passa, 15)
Obrigado, Perdão Ajuda-me
sexta-feira, 17 de dezembro de 2010
A crise
Leopoldo Abadía (autor de "La crisis Ninja*") dice en su artículo:
Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación.
En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.
Pero qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a
dejar? Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más por darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal,
que no digan que todo vale,
que piensen en los demás,
que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo.
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado.
Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía
P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.
Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) é um professor e escritor espanhol conhecido pela sua análise da crise económica actual.
Fonte: Blog de La gaceta.es, La cigueña de la torre,
* NINJA = no income, no job, no assets
Agradecimento a António Mexia Alves em NUNC COEPI http://amexiaalves-nunccoepi.blogspot.com/
Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación.
En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.
Pero qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a
dejar? Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más por darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal,
que no digan que todo vale,
que piensen en los demás,
que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo.
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado.
Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía
P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.
Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) é um professor e escritor espanhol conhecido pela sua análise da crise económica actual.
Fonte: Blog de La gaceta.es, La cigueña de la torre,
* NINJA = no income, no job, no assets
Agradecimento a António Mexia Alves em NUNC COEPI http://amexiaalves-nunccoepi.blogspot.com/
Desabafo…
Desculpem-me o descaramento, mas hoje sinto-me particularmente frágil sobretudo devido ao estado de saúde de um parente muito, muito querido e, por que não dizê-lo, devido à minha saúde que vai devagarinho e me tem trazido a cabeça exausta ao ponto de não conseguir-me concentrar para ler e de cometer demasiados erros triviais.
Rogo-vos que rezem particularmente pelo meu ente queridíssimo e por este pobre pecador.
Muitíssimo obrigado e asseguro-vos que a minha fragilidade não afecta rigorosamente nada o meu amor e a minha confiança no Senhor e na sua Santíssima Mãe.
Bem-haja!
JPR
Rogo-vos que rezem particularmente pelo meu ente queridíssimo e por este pobre pecador.
Muitíssimo obrigado e asseguro-vos que a minha fragilidade não afecta rigorosamente nada o meu amor e a minha confiança no Senhor e na sua Santíssima Mãe.
Bem-haja!
JPR
Liberdade religiosa em nome da paz
A liberdade religiosa é um direito tão enraizado na dignidade humana que deveria gozar de um estatuto especial: uma espécie de património comum, ao ponto de cada violação ser encarada como um crime contra a Humanidade.
Quem o defende é Bento XVI, na sua mais recente mensagem para o Dia Mundial da Paz. E fala disso a propósito do que se passa no Iraque e em várias regiões do mundo, onde não é permitido a cada um professar livremente a própria fé, sob pena de risco de vida.
Mas o Papa denuncia também ataques à liberdade religiosa noutras zonas do globo, onde a perseguição surge de forma mais sofisticada e subtil, contra crentes e símbolos religiosos. É nesta lista que Bento XVI inclui a Europa. E o Papa faz votos para que acabem as hostilidades e preconceitos contra os cristãos que desejam viver de modo coerente com o Evangelho. Sob pena de nunca se alcançar a paz.
No Iraque, tal como no Paquistão, na Terra Santa ou até mesmo em Inglaterra, Espanha ou Portugal.
Aura Miguel
(Fonte: site Rádio Renascença)
Quem o defende é Bento XVI, na sua mais recente mensagem para o Dia Mundial da Paz. E fala disso a propósito do que se passa no Iraque e em várias regiões do mundo, onde não é permitido a cada um professar livremente a própria fé, sob pena de risco de vida.
Mas o Papa denuncia também ataques à liberdade religiosa noutras zonas do globo, onde a perseguição surge de forma mais sofisticada e subtil, contra crentes e símbolos religiosos. É nesta lista que Bento XVI inclui a Europa. E o Papa faz votos para que acabem as hostilidades e preconceitos contra os cristãos que desejam viver de modo coerente com o Evangelho. Sob pena de nunca se alcançar a paz.
No Iraque, tal como no Paquistão, na Terra Santa ou até mesmo em Inglaterra, Espanha ou Portugal.
Aura Miguel
(Fonte: site Rádio Renascença)
S. Josemaría Escrivá nesta data em 1937
Anota: “Às cinco e meia em ponto (hora marcada ontem à noite), sou acordado pelo meu Relojoeirinho: o despertador, que nos emprestaram na pensão, não tocou”. Chama ao seu Anjo da Guarda “relojoeirinho”, porque quando o seu despertador se avariava, como não tinha dinheiro para mandá-lo consertar, recorria ao seu Anjo da Guarda para que o acordasse.
(Fonte: site de S. Josemaría Escrivá http://www.pt.josemariaescriva.info/)
(Fonte: site de S. Josemaría Escrivá http://www.pt.josemariaescriva.info/)
Bom Dia!
Da Melhoria Pessoal e da Vida Interior
Clique em "Bom Dia!" e acederá directamente ao blogue NUNC COEPI e ao texto. Obrigado!
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Novos caminhos...
«No mundo grego, paideia é a palavra que melhor corresponde ao nosso conceito de cultura – educação, em seu sentido mais elevado, pois leva os homens a serem verdadeiramente humanos.
Os latinos exprimiram a mesma coisa com a palavra erudito; o homem é arrancado à ‘rudeza’, para ser formado como verdadeiro ser humano. Neste sentido, o Evangelho é por natureza paideia – cultura, contanto que, nesta educação da pessoa humana o Evangelho se una a todas as forças que se propõem modelar o ser humano como comunitário».
«…, é eloquente a narração de São Cipriano de Cartago (†258) deixou da sua conversão à fé cristã. Conta-nos ele que, antes da sua conversão e baptismo, não era capaz de imaginar como seria possível viver como cristão e suplantar os costumes do seu tempo.
Não deixa, a esse respeito, de fornecer uma descrição drástica de tais costumes, que faz lembrar as Sátiras de Juvenal, ao mesmo tempo que também nos leva a pensar no contexto em que os jovens de hoje têm de viver. Será possível ser cristão? Não será esta uma forma de vida ultrapassada? Quantos se desta maneira! – e, realmente, sob o ponto de vista puramente humano, até têm razão. Porém, conforme refere Cipriano, o impossível tornou-se possível pela graça de Deus e pelo Sacramento do novo nascimento, o qual, naturalmente, está concebido em função da situação concreta em que o mesmo se pode tornar eficaz, designadamente, no comum caminhar dos crentes, os quais, desse modo, aplanam um rumo de vida alternativo e manifestam-no como possível».
(Intervenção numa reunião da Conferência Episcopal Italiana sob o tema “Novos caminhos da evangelização no terceiro milénio” em 10/XI/2002 – Joseph Ratzinger)
Os latinos exprimiram a mesma coisa com a palavra erudito; o homem é arrancado à ‘rudeza’, para ser formado como verdadeiro ser humano. Neste sentido, o Evangelho é por natureza paideia – cultura, contanto que, nesta educação da pessoa humana o Evangelho se una a todas as forças que se propõem modelar o ser humano como comunitário».
«…, é eloquente a narração de São Cipriano de Cartago (†258) deixou da sua conversão à fé cristã. Conta-nos ele que, antes da sua conversão e baptismo, não era capaz de imaginar como seria possível viver como cristão e suplantar os costumes do seu tempo.
Não deixa, a esse respeito, de fornecer uma descrição drástica de tais costumes, que faz lembrar as Sátiras de Juvenal, ao mesmo tempo que também nos leva a pensar no contexto em que os jovens de hoje têm de viver. Será possível ser cristão? Não será esta uma forma de vida ultrapassada? Quantos se desta maneira! – e, realmente, sob o ponto de vista puramente humano, até têm razão. Porém, conforme refere Cipriano, o impossível tornou-se possível pela graça de Deus e pelo Sacramento do novo nascimento, o qual, naturalmente, está concebido em função da situação concreta em que o mesmo se pode tornar eficaz, designadamente, no comum caminhar dos crentes, os quais, desse modo, aplanam um rumo de vida alternativo e manifestam-no como possível».
(Intervenção numa reunião da Conferência Episcopal Italiana sob o tema “Novos caminhos da evangelização no terceiro milénio” em 10/XI/2002 – Joseph Ratzinger)
Comentário ao Evangelho do dia:
Concílio Vaticano II
Constituição dogmática sobre a Igreja, «Lumen Gentium», § 55
«Maria, da qual nasceu Jesus»
A Sagrada Escritura do Antigo e Novo Testamento e a venerável Tradição mostram de modo progressivamente mais claro, e como que nos põem diante dos olhos, o papel da Mãe do Salvador na economia da salvação. Os livros do Antigo Testamento descrevem a história da salvação na qual se vai preparando lentamente a vinda de Cristo ao mundo. Esses antigos documentos, tais como são lidos na Igreja e interpretados à luz da plena revelação ulterior, vão pondo cada vez mais em evidência a figura duma mulher, a Mãe do Redentor. A esta luz, Maria encontra-se já profeticamente delineada na promessa da vitória sobre a serpente (cf. Gn. 3, 15), feita aos primeiros pais caídos no pecado. Ela é, igualmente, a Virgem que conceberá e dará à luz um Filho, cujo nome será Emanuel (cf. Is. 7, 14; cf. Miq. 5, 2-3; Mt. 1, 22-23). É a primeira entre os humildes e pobres do Senhor, que confiadamente esperam e recebem a salvação de Deus. Com ela, enfim, excelsa Filha de Sião, passada a longa espera da promessa, se cumprem os tempos e se inaugura a nova economia da salvação, quando o Filho de Deus dela recebeu a natureza humana, para libertar o homem do pecado com os mistérios da Sua vida terrena.
(Fonte: Evangelho Quotidiano)
Constituição dogmática sobre a Igreja, «Lumen Gentium», § 55
«Maria, da qual nasceu Jesus»
A Sagrada Escritura do Antigo e Novo Testamento e a venerável Tradição mostram de modo progressivamente mais claro, e como que nos põem diante dos olhos, o papel da Mãe do Salvador na economia da salvação. Os livros do Antigo Testamento descrevem a história da salvação na qual se vai preparando lentamente a vinda de Cristo ao mundo. Esses antigos documentos, tais como são lidos na Igreja e interpretados à luz da plena revelação ulterior, vão pondo cada vez mais em evidência a figura duma mulher, a Mãe do Redentor. A esta luz, Maria encontra-se já profeticamente delineada na promessa da vitória sobre a serpente (cf. Gn. 3, 15), feita aos primeiros pais caídos no pecado. Ela é, igualmente, a Virgem que conceberá e dará à luz um Filho, cujo nome será Emanuel (cf. Is. 7, 14; cf. Miq. 5, 2-3; Mt. 1, 22-23). É a primeira entre os humildes e pobres do Senhor, que confiadamente esperam e recebem a salvação de Deus. Com ela, enfim, excelsa Filha de Sião, passada a longa espera da promessa, se cumprem os tempos e se inaugura a nova economia da salvação, quando o Filho de Deus dela recebeu a natureza humana, para libertar o homem do pecado com os mistérios da Sua vida terrena.
(Fonte: Evangelho Quotidiano)
O Evangelho do dia 17 de Dezembro de 2010
São Mateus 1,1-17
1 Genealogia de Jesus Cristo, filho de David, filho de Abraão. 2 Abraão gerou Isaac, Isaac gerou Jacob, Jacob gerou Judá e seus irmãos. 3 Judá gerou, de Tamar, Farés e Zara, Farés gerou Esron, Esron gerou Aram. 4 Aram gerou Aminadab, Aminadab gerou Naasson, Naasson gerou Salmon. 5 Salmon gerou Booz de Raab, Booz gerou Obed de Rut, Obed gerou Jessé. Jessé gerou o rei David. 6 David gerou Salomão daquela que foi mulher de Urias. 7 Salomão gerou Roboão, Roboão gerou Abias, Abias gerou Asa. 8 Asa gerou Josafat, Josafat gerou Jorão, Jorão gerou Ozias. 9 Ozias gerou Joatão, Joatão gerou Acaz, Acaz gerou Ezequias. 10 Ezequias gerou Manassés, Manassés gerou Amon, Amon gerou Josias. 11 Josias gerou Jeconias e seus irmãos, na época da deportação para Babilónia. 12 E, depois da deportação para Babilónia, Jeconias gerou Salatiel, Salatiel gerou Zorobabel. 13 Zorobabel gerou Abiud, Abiud gerou Eliacim, Eliacim gerou Azor. 14 Azor gerou Sadoc, Sadoc gerou Aquim, Aquim gerou Eliud. 15 Eliud gerou Eleazar, Eleazar gerou Matan, Matan gerou Jacob, 16 e Jacob gerou José, o esposo de Maria, da qual nasceu Jesus, chamado Cristo. 17 Assim, são catorze todas as gerações desde Abraão até David; e catorze gerações desde David até à deportação para Babilónia, e também catorze as gerações desde a deportação para Babilónia até Cristo.
1 Genealogia de Jesus Cristo, filho de David, filho de Abraão. 2 Abraão gerou Isaac, Isaac gerou Jacob, Jacob gerou Judá e seus irmãos. 3 Judá gerou, de Tamar, Farés e Zara, Farés gerou Esron, Esron gerou Aram. 4 Aram gerou Aminadab, Aminadab gerou Naasson, Naasson gerou Salmon. 5 Salmon gerou Booz de Raab, Booz gerou Obed de Rut, Obed gerou Jessé. Jessé gerou o rei David. 6 David gerou Salomão daquela que foi mulher de Urias. 7 Salomão gerou Roboão, Roboão gerou Abias, Abias gerou Asa. 8 Asa gerou Josafat, Josafat gerou Jorão, Jorão gerou Ozias. 9 Ozias gerou Joatão, Joatão gerou Acaz, Acaz gerou Ezequias. 10 Ezequias gerou Manassés, Manassés gerou Amon, Amon gerou Josias. 11 Josias gerou Jeconias e seus irmãos, na época da deportação para Babilónia. 12 E, depois da deportação para Babilónia, Jeconias gerou Salatiel, Salatiel gerou Zorobabel. 13 Zorobabel gerou Abiud, Abiud gerou Eliacim, Eliacim gerou Azor. 14 Azor gerou Sadoc, Sadoc gerou Aquim, Aquim gerou Eliud. 15 Eliud gerou Eleazar, Eleazar gerou Matan, Matan gerou Jacob, 16 e Jacob gerou José, o esposo de Maria, da qual nasceu Jesus, chamado Cristo. 17 Assim, são catorze todas as gerações desde Abraão até David; e catorze gerações desde David até à deportação para Babilónia, e também catorze as gerações desde a deportação para Babilónia até Cristo.
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