Obrigado, Perdão Ajuda-me

Obrigado, Perdão Ajuda-me
As minhas capacidades estão fortemente diminuídas com lapsos de memória e confusão mental. Esta é certamente a vontade do Senhor a Quem eu tudo ofereço. A vós que me leiam rogo orações por todos e por tudo o que eu amo. Bem-haja!

quinta-feira, 7 de outubro de 2010

Boa noite!

O princípio do caminho, que tem por fim a completa loucura por Jesus, é um confiado amor a Maria Santíssima.

– Queres amar a Virgem? – Pois então conversa com Ela! – Como? – Rezando bem o Rosário de Nossa Senhora.

Mas, no Rosário... dizemos sempre o mesmo! – Sempre o mesmo? E não dizem sempre a mesma coisa os que se amam?... Se há monotonia no teu Rosário, não será porque, em vez de pronunciares palavras, como homem, emites sons, como animal, estando o teu pensamento muito longe de Deus? – Além disso, repara: antes de cada dezena, indica-se o mistério a contemplar – Tu... já alguma vez contemplaste esses mistérios?

Faz-te pequeno. Vem. comigo, e viveremos (este é o nervo da minha confidência) a vida de Jesus, de Maria e de José.

Todos os dias Lhes havemos de prestar um novo serviço. Ouviremos as Suas conversas de família. Veremos crescer o Messias. Admiraremos os Seus trinta amos de obscuridade... Assistiremos à Sua Paixão e Morte... Pasmaremos ante a glória da Sua Ressurreição... Numa palavra: contemplaremos, loucos de Amor (não maior amor que o Amor), todos e cada um dos instantes de Cristo Jesus.

(São Josemaría Escrivá - Santo Rosário, Introdução)

A escolha certa

«A vida do cristão é vida de fé, alicerçada na Palavra de Deus e por ela alimentada.
Nas provações da vida e em cada tentação, o segredo da vitória consiste em ouvir a Palavra da verdade e em rejeitar com determinação a mentira e o mal.»

(Creio em um só Deus – comentado por Bento XVI)

Mineiros chilenos enviam ao Papa bandeira do seu país autografada por todos eles

Concerto para piano de R. Schumann op.54 a menor interpretado por Amir Katz – Orquestra Sinfónica de Jerusalém conduzida por Shimon Cohen

Um Nobel para a coragem

Deus disse-lhe: « Act 4,10» e cura-o milagrosamente de um cancro ósseo terminal

"El fundador de Madre de Misericordia, curado de cáncer de huesos avanzado"

La última vez que vi a Paul Callaghan fue hace dos años cuando lo entrevisté acerca delministerio para personas sin techo “Madre de Misericordia”, que Nuestra Señora le había inspirado (lo publicamos en la revista GoodNews, Nov/dic 2008 ). Sufría de cáncer de huesos terminal y estaba delgadísimo.

Pese al riesgo para su salud y a las protestas de sus médicos, seguía saliendo a las calles con su equipo de voluntarios para repartir bocadillos, bebidas y abrazos a los necesitados. Era sólo cuestión de tiempo, pensaba, que la muerte se llevase a este hombre santo y valiente y vi que silenciosamente él estaba preparando a sus voluntarios para el momento en que ya no estuviese para liderarlos. Aún así, había una gran sensación de paz en el grupo y un sentido de confianza en Dios y Nuestra Señora que era impactante. Esto se debía, sin duda, a que Paul ya había experimentado un milagro un par de años antes.

Cuando le diagnosticaron el cáncer al principio sufría tantos dolores que pasaba todo el día a base de morfina y sin poder apenas moverse. Le llevaron a las aguas curativas de Holywell en Gales [en el Pozo de Santa Winefrida, que recibe peregrinaciones desde el siglo VII; Nota de ReL] y salió de ellas aún con cáncer, pero ya sin dolores. Esto dejó desconcertados a los médicos, pero impresionó tanto a los sin techo ver que Dios es real que nació todo un movimiento de oración en el hostal de Seel Street, que regentan las Misioneras de la Caridad en Liverpool. Ello abrió el camino, meses después, para cuando Paul oyó un mensaje de Nuestra Señora pidiéndole salir a las calles a alimentar a la gente.

Pasaron los meses y yo esperaba oír de la muerte de Paul. Pero, por el contrario, a inicios de 2010 me llegó la asombrosa noticia de que en la fiesta de la Inmaculada de 2009 Paul Callaghan se había curado completamente. Cuando me lo encontré en la Convención Católica del Norte en junio, parecía estar bien. Me contó lo que le había pasado.

En mayo de 2009 se sintió repentinamente enfermo y cayó con una fiebre altísima y alucinaciones. Estaba tan mal que el doctor le pidió ir al hospital al momento y le sacó una radiografía. Pero tan repentinamente como había subido, la temperatura volvió a bajar, y le enviaron a casa. Los rayos-x demostraban, sin embargo, que el cáncer se había abierto paso hasta la columna vertebral. Enviaron a Paul al hospital de cáncer de Clatterbridge para un tratamiento de emergencia de radioterapia. Recubrieron sus huesos con una sustancia especial para evitar que se desmenuzasen y le dijeron que su columna era tan quebradiza que podía romperse si estornudaba o tosía demasiado fuerte.

El tratamiento de radioterapia le ponía enfermo, pero aún así insistía en salir a las calles con su equipo. El tratamiento siguió una temporada y le llamaron para hacer más radiografías para ver si era eficaz. El especialista, preocupado por que el cáncer pudiera llegar a otros órganos, decidió escanear todo el cuerpo. Le dijeron que volviera el 8 de diciembre a por los resultados.

"Sentí las palabras: Hechos 4,10"
Él recuerda lo siguiente: “estaba sentado en casa el domingo anterior a la cita del martes, cuando de repente fue como si todo se parase. No puedo explicarlo, pero sentí el poder del Espíritu Santo todo a mi alrededor y las palabras “Hechos 4, 10” aparecieron en mi mente. Como no soy un erudito en Biblia no sabía lo que decía esta cita. Lo miré y leí: “aquí está entre vosotros este hombre, curado en el nombre de Jesucristo el Nazareno”. Supe entonces que Dios me había curado, así que fui al hospital a ver al médico. Pedí a un amigo que viniese conmigo como testigo y que trajese una grabadora.

Supe que algo sucedía por el aspecto de la cara del doctor. Me senté y le pregunté: “¿y bien, cuál es el daño?” Pero en mi corazón yo ya lo sabía por la lectura bíblica. Él dijo: “no podemos encontrar ningún daño de tu cáncer en tu esqueleto, en ningún sitio de tu cuerpo. Está totalmente normal. Nunca hemos visto esto antes. No sólo nunca he visto algo así, sino que en todos mis años en la profesión médica nunca escuché nada como esto”.

El doctor estaba totalmente perplejo, ya que este tipo de cáncer se supone que es incurable. Debido a esto, el hospital no puede admitir que Paul se haya curado, así que insisten en que debe seguir allí pero no pueden detectarlo. Cuando volvió en junio para su revisión semestral, todo seguía bien.

Los huesos carcomidos ahora están perfectos
“No tienen explicación. De hecho, es embarazoso para ellos y no quieren hablar del tema”. La enfermera especialista en cáncer que había estado cuidándole está tan asombrada que está realizando un estudio en un consultorio privado para averiguar lo que ha sucedido. Paul añade: “lo bueno es que como llevaba tanto tiempo enfermo, tengo en casa todos los informes médicos. Las radiografías muestran que mis huesos estaban carcomidos y llenos de agujeros y ahora están completamente sanos.”

Y continúa: “para mí, mi curación es simplemente Dios, que muestra, por sus propias razones, su poder para hacer lo imposible y que puede hacer lo que quiera, no importa lo que diga la ciencia o la profesión médica. La esperanza máxima de vida com miloma múltiple, mi caso, es de menos de 4 años. Es una enfermedad progresiva que se pone peor y peor, pero en mi caso ha remitido completamente. No solo me he curado: es que se ha ido del todo, no queda rastro de que estuviese enfermo.”

Paul no lamenta nada en su historia de enfermedad. “Mirando hacia atrás, puedo ver cómo Dios usó mi dolor los últimos tres años. Todo este viaje me ha modelado hasta ser la persona que soy. Creo que se me ha curado a través de la Gracia de Dios, las oraciones de Nuestra Señora y mediante mi servicio y mi “sí” constante a ellos. En este mundo hay tantas noticias malas en la prensa que lo que me ha pasado da esperanza a todos".

Los sin techo, dice Pablo, no se extrañaron mucho cuando escucharon las buenas noticias. “Es que tuvieron unas palabritas con Dios, por su cuenta, y le dijeron: “Eh, Paul es nuestro colega y hace muy buen trabajo para Ti, así que será mejor que lo ayudes o no nos gustará”. ¡Tuvieron más fe que yo!"

(Fonte: ‘Religionenlibertad.com’ http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=11311)

Agradecimento: ‘Infovitae’

Bom Dia! Outubro 06, 2010 de António Mexia Alves (7 de 36)



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S. Josemaría Escrivá - Aconteceu nesta data em 2002

Memória de Nossa Senhora do Rosário. João Paulo II, durante a audiência concedida aos participantes na canonização de São Josemaria Escrivá, diz: “É-me grato concluir com uma referência à festa litúrgica do dia de hoje, Nossa Senhora do Rosário. S. Josemaria escreveu um livro maravilhoso, intitulado Santo Rosário, que se inspira na infância espiritual, na disposição de espírito própria daqueles que desejam alcançar um abandono total na vontade divina. É do íntimo do coração que vos confio a todos à protecção maternal de Maria, assim como as vossas famílias e o vosso apostolado, agradecendo a todos a vossa presença aqui”

(Fonte: site de S. Josemaría Escrivá http://www.pt.josemariaescriva.info/)

A COMUNIDADE MODELO (3)

«Eram assíduos ao ensino dos Apóstolos, à união fraterna, à fracção do pão e às orações. Perante os inumeráveis prodígios e milagres realizados pelos Apóstolos, o temor dominava todos os espíritos. Todos os crentes viviam unidos e possuíam tudo em comum. Vendiam terras e outros bens e distribuíam o dinheiro por todos, de acordo com as necessidades de cada um.
Como se tivessem uma só alma, frequentavam diariamente o templo, partiam o pão em suas casas e tomavam o alimento com alegria e simplicidade de coração. Louvavam a Deus e tinham a simpatia de todo o povo. E o Senhor aumentava, todos os dias, o número dos que tinham entrado no caminho da salvação.» Act 2, 42-47

«Eram assíduos…à fracção do pão»

Ao reflectirmos sobre esta verdade, logo outra passagem bíblica nos vem ao coração, ao pensamento:
«E, quando se pôs à mesa, tomou o pão, pronunciou a bênção e, depois de o partir, entregou-lho. Então, os seus olhos abriram-se e reconheceram-no; mas Ele desapareceu da sua presença.»*

Na «fracção do pão» reconheciam Jesus Cristo entre eles, com eles, neles, alimentando-os, fortalecendo-os, lutando com eles pela proclamação, pelo reconhecimento do Reino de Deus, já, aqui e agora, esperando a plenitude do que há-de vir.

«Reconheciam-nO na fracção do pão.»

E nós, ainda ou também O reconhecemos na «fracção do pão», na Eucaristia, que todos os dias é celebrada, é vivida nas igrejas, e não só, em todo o mundo?

Que “reconhecimento” de Jesus Cristo fazemos nós na Eucaristia?
Que é simbólico? Que a Hóstia consagrada representa Cristo? Que é uma imitação, uma memória do que Jesus Cristo fez? Que é uma representação? Que Jesus Cristo está ali presente em espírito?

Ou acreditamos verdadeiramente que Jesus Cristo está ali presente, tão presente como quando estava no meio dos Apóstolos após a Ressurreição?
Ou acreditamos que é Ele que se dá verdadeiramente como alimento, num Mistério tão incompreensível para nós, mas no entanto tão palpável, tão real, tão “experimentável” nas nossas vidas?

E assim sendo, se assim acreditamos, somos nós «assíduos à fracção do pão»?
Vivemos num mundo em que, graças a Deus, somos livres de praticar e viver a nossa Fé, e em que, apesar de algumas dificuldades, temos a celebração da Eucaristia diária em quase todos os lugares, (mais perto ou um pouco mais longe), onde vivemos.

Fazemos nós tudo o que nos é possível para participarmos celebrando a Eucaristia diária, vivendo-A todos os momentos das/nas nossas vidas?

É que naquele tempo, aqueles primeiros cristãos tinham com certeza de se deslocar às casas onde era celebrada «a fracção do pão», muitas vezes com risco da sua própria vida, tendo em conta as perseguições de que eram alvo.

Porque era e é ali, na Eucaristia, que nos encontramos preferencialmente com Jesus Cristo Nosso Senhor e Salvador, que dando-se como alimento divino nos afirma a Sua presença em nós e connosco, que dando-nos a certeza de que se fez igual a nós em tudo, excepto no pecado, nos reafirma a nossa filiação divina, e assim nos faz irmãos uns dos outros, filhos do Nosso Pai que está nos Céus.

Porque era e é ali na Eucaristia, que Ele nos dá forças, alento e coragem, para vivermos o Caminho, para proclamarmos a Verdade, para testemunharmos a Vida, que Ele nos dá no/do Seu Amor.

«Levantando-se, voltaram imediatamente para Jerusalém e encontraram reunidos os Onze e os seus companheiros, que lhes disseram: «Realmente o Senhor ressuscitou e apareceu a Simão!» E eles contaram o que lhes tinha acontecido pelo caminho e como Jesus se lhes dera a conhecer, ao partir o pão.»*

Aqueles discípulos de Emaús tinham fugido de Jerusalém, tinham medo, já não acreditavam, para eles tinha sido uma aventura que tinha acabado, no entanto, e depois de terem ouvido a Palavra, de caminharem como irmãos com Jesus Cristo, (invisível aos seus olhos), reconheceram-No na «fracção do pão», e, perante esse reconhecimento, essa certeza da Verdade, voltaram de imediato a Jerusalém, esquecendo o medo, ou vencendo-o, para anunciarem que Jesus Cristo estava vivo, porque também eles O tinham visto.

Que Deus de amor, de bondade, de humildade, de entrega é o nosso, que assim, num «pedaço de pão», se oferece aos homens a quem Ele próprio deu a vida!

E todos os dias assim se entrega por nós, e todos os dias está ali disponível para cada um de nós, e todos os dias e em todos os momentos a Igreja nos chama a estar com Ele, e todos os dias tantos de nós faltam a esse encontro sem razão de nenhuma espécie.

Mas até podemos dizer, (tentando desculpar-nos), que não faltamos à Missa Dominical!
Mas porquê, porque é que não faltamos? Já nos perguntámos porquê?
É porque realmente queremos estar com Ele, queremos encontrar-nos com Ele, para O adorar e Lhe dar graças, ou é por tradição, por rotina, ou até por superstição, (não vá alguma coisa correr mal na nossa vida).

Perdoem-me a irreverência e brutalidade da ideia, mais é mais ou menos como um amigo “chato”, que nos dá emprego, que nos ajuda quando precisamos, mas que temos de aturar pelo menos uma vez por semana, não vá ele deixar de ser nosso amigo!

Às vezes até se escolhem as Missas em que o Sacerdote é mais rápido, (para o encontro com Deus não ser tão demorado!), esquecendo-nos da comunidade paroquial, daqueles que são nossos vizinhos e se cruzam connosco todos os dias, esquecendo-nos da «união fraterna».

As coisas que hoje em dia vemos durante a celebração da Eucaristia são de “bradar aos céus”:
São os telemóveis que tocam e alguns até se levantam e saem para os atender, quando não o fazem mesmo no seu lugar.
(Gostava de os ver atender o telemóvel durante uma entrevista para um emprego!)
São as conversas sobre tudo e sobre nada, como se estivéssemos num qualquer café social!
E paro por aqui porque a lista não acabaria.

Na altura da Comunhão confundimos dignidade e seriedade, com tristeza e abatimento, e é vermo-nos em procissão de cabeça baixa, ombros inclinados, como se um peso insuportável nos fizesse assim, e depois regressarmos ao lugar no mesmo estilo, ou pior, ou então conversando com quem vamos encontrando no caminho de regresso.

Chega-se atrasado, porque no entender de alguns a Missa só começa no Evangelho, e depois, depois não temos tempo para os avisos, (já demos tempo demasiado ao nosso Deus!), e por isso saímos, nem sequer esperando pela bênção final, nem esperando por algum breve convívio com aqueles que são nossos irmãos na Fé.

Também eu, obviamente, ao escrever tais palavras, me confronto comigo próprio e com as minhas atitudes, reconhecendo tanta coisa a mudar em mim.

Tanto para dizer sobre a «fracção do pão», e tão pouca inspiração para o fazer, reconheço-o humildemente, mas encontramos já aqui muita coisa para reflectir.

Lembro-me da história verdadeira do Cardeal Nguyen Van Thuan, preso treze anos no Vietnam, sobre a celebração da Eucaristia, de que aqui deixo relato.

«Sempre inspirado pela criatividade amorosa, Van Thuan escreveu uma carta aos amigos pedindo que enviassem um pouco de vinho, como remédio para doenças estomacais. Assim, a cada dia, três gotas de vinho e uma de água eram suficientes para trazer Jesus eucarístico à prisão. Os pedacinhos de pão consagrado eram conservados em papel de cigarro, guardado no bolso com reverência. De madrugada, ele e os poucos católicos detidos ali davam um jeito de adorar o Senhor escondido com eles.»

Nós, no nosso mundo, temos as portas das igrejas abertas, e, como acima digo, um pouco mais perto ou um pouco mais longe, temos com certeza a celebração da Eucaristia.

O que esperamos então nós para sermos também «assíduos à fracção do pão»?

*Lc 24, 30-31; Lc 24, 33-35


(continua)

Monte Real, 6 de Outubro de 2010

Joaquim Mexia Alves
http://queeaverdade.blogspot.com/2010/10/comunidade-modelo-3.html

Rezar o Terço

Nossa Senhora do Rosário

A festa de Nossa Senhora do Rosário foi instituída pelo papa Pio V, em 1571, quando se celebrava o aniversário da batalha naval de Lepanto. Segundo consta, os cristãos saíram vitoriosos porque invocaram o auxílio da Santa Mãe de Deus, rezando o rosário. A origem do terço é muito antiga. Remonta aos anacoretas orientais que usavam pedrinhas para contar suas orações vocais. O Venerável Beda sugerira aos irmãos leigos, pouco familiarizados com o Saltério latino, que se utilizassem de grãos enfiados em um barbante na recitação dos pai-nossos e ave-marias. Segundo a lenda, em 1328 Nossa Senhora apareceu a São Domingos, recomendando-lhe a reza do rosário para a salvação do mundo. Rosário significa coroa de rosas oferecidas à Nossa Senhora. Os promotores e divulgadores da devoção do rosário no mundo inteiro foram os dominicanos. Somos hoje, portanto, convidados a meditar sobre os mistérios de Cristo Jesus, associando-nos como Maria Santíssima à encarnação, paixão e gloriosa ressurreição do Filho de Deus.

Diz o Papa João Paulo II na sua Carta Apostólica "Rosarium Virginis Mariae": "O Rosário, de facto, ainda que caracterizado pela sua fisionomia mariana, no seu âmago é oração cristológica. Na sobriedade dos seus elementos, concentra a profundidade de toda a mensagem evangélica, da qual é quase um compêndio. Nele ecoa a oração de Maria, o seu perene Magnificat pela obra da Encarnação redentora iniciada no seu ventre virginal. Com ele, o povo cristão frequenta a escola de Maria, para deixar-se introduzir na contemplação da beleza do rosto de Cristo e na experiência da profundidade do seu amor. Mediante o Rosário, o crente alcança a graça em abundância, como se a recebesse das mesmas mãos da Mãe do Redentor."

________________________________________
Avé Maria, cheia de graça o Senhor é convosco.
Bendita sois vós entre as mulheres
e bendito é o fruto do vosso ventre, Jesus.
Santa Maria, Mãe de Deus,
rogai por nós pecadores.
Agora e na hora da nossa morte. Amén.

(Fonte: Evangelho Quotidiano)

Tema para breve reflexão - Obediência (5)

Deus não necessita dos nossos trabalhos, mas sim da nossa obediência.

(S. JOÃO CRISÓSTOMO, Homílias sobre o Evangelho de S. Mateus, 56, 5, trad do castelhano por AMA)

Publicada por ontiano em NUNC COEPI - http://amexiaalves-nunccoepi.blogspot.com/

Meditação de Francisco Fernández Carvajal

Comentário ao Evangelho do dia feito por:

Simeão, o Novo Teólogo (c. 949-1022), monge grego
Hinos, n°29 (a partir da trad. SC 174, pp. 315ss.)

«Quanto mais o Pai do Céu dará o Espírito Santo àqueles que lho pedem!»

De onde vens? Como penetras,
no interior da minha cela,
fechada de todos os lados?
Com efeito, isto é estranho,
ultrapassa a palavra e o pensamento.
Mas o facto de vires até mim,
subitamente todo inteiro, e de brilhares,
o facto de Te deixares ver sob uma forma luminosa,
como a Lua na sua plena luz,
deixa-me incapaz de pensar
e sem voz, meu Deus!
Sei bem que és
Aquele que veio para iluminar
os que estão nas trevas (Lc 1,79),
e fico estupefacto,
fico privado de senso e de palavras
ao ver tão estranha maravilha
que ultrapassa toda a criação,
toda a natureza e todas as palavras. [...]

Como é que Deus está fora do universo
pela Sua essência e a Sua natureza,
pelo Seu poder e pela Sua glória,
e ao mesmo tempo habita em tudo e em todos,
mas de uma maneira especial nos Seus santos?
Como arma neles a Sua tenda
de forma consciente e substancial,
Ele que está totalmente para lá da substância?
Como está contido nas suas entranhas,
Ele que contém toda a criação?
Como é que brilha no coração deles,
este coração carnal e espesso?
Como é que Ele está no interior deste,
como é que Ele está fora de tudo,
mas preenche tudo?
Como é que de noite e de dia
brilha sem ser visto?

Diz-me, pode o espírito do homem
conceber todos estes mistérios,
ou poderá exprimi-los?
Seguramente que não! Nem um anjo
nem um arcanjo to poderiam explicar;
seriam incapazes
de to expor por meio de palavras.
Só o Espírito Santo, porque é divino,
conhece estes mistérios
e os sabe, porque apenas Ele
partilha a natureza, o trono e a eternidade
com o Filho e o Pai.
É pois àqueles a quem este Espírito resplandecerá
e com quem Se unirá liberalmente
que Ele mostra tudo de forma inexprimível. [...]
É como um cego: quando vê,
vê primeiramente a luz
e em seguida toda a criação
que está na luz, oh maravilha!
Do mesmo modo, aquele que foi iluminado
pelo Espírito divino na sua alma
entra imediatamente em comunhão com a luz
e contempla a luz,
a luz de Deus, do próprio Deus,
que também lhe mostra tudo,
ou antes, tudo o que Deus decidir,
tudo o que Ele desejar e quiser mostrar.
Àqueles que ilumina com a Sua luz
Ele permite ver o que se encontra na luz divina.

(Fonte: Evangelho Quotidiano)

O Evangelho do dia 7 de Outubro de 2010

São Lucas 11,5-13

5 Disse-lhes mais: «Se algum de vós tiver um amigo, e for ter com ele à meia-noite para lhe dizer: Amigo, empresta-me três pães,6 porque um meu amigo acaba de chegar a minha casa de uma viagem e não tenho nada que lhe dar;7 e ele, respondendo lá de dentro, disser: Não me incomodes, a porta está agora fechada, os meus filhos e eu estamos deitados; não me posso levantar para tos dar;8 digo-vos que, ainda que ele não se levantasse a dar-lhos por ser seu amigo, certamente pela sua impertinência se levantará e lhe dará tudo aquilo de que precisar.9 Eu digo-vos: Pedi, e dar-se-vos-á; buscai, e encontrareis; batei, e abrir-se-vos-á.10 Porque todo aquele que pede, recebe; quem procura, encontra; e ao que bate, se lhe abrirá.11 «Qual de entre vós é o pai que, se um filho lhe pedir pão, lhe dará uma pedra? Ou, se lhe pedir um peixe, em vez de peixe, lhe dará uma serpente?12 Ou, se lhe pedir um ovo, porventura dar-lhe-á um escorpião?13 Se pois vós, sendo maus, sabeis dar boas coisas aos vossos filhos, quanto mais o vosso Pai celestial dará o Espírito Santo aos que Lho pedirem».